"Lo que comenzó como un blog para postear mis avances en la escritura, acaba convirtiéndose en un cuaderno recopilatorio de lo una vez escrito"

24 de noviembre de 2014

Espejismos.

Me dijiste que hiciste, pero no como te sentiste” (S.V.)


Espejismos.

No encuentro poesía que me reconstruya,
una hoja callada parece más bien
el éxito de las miles de palabras
que tocar el papel
se apagan como estrellas fugases.

La rutina es el olvido
la pequeña muerte que nuestra rosa devora
la esperanza es la negación
que nos impide ver el momento en que se marchitó.

Me recuesto sobre mis panteones
o me derrumbo,
la infinitud impenetrable del cielo
es comparable a la infinitud de opciones que me depara la vida.


3 de mayo de 2014

Centinelas

Centinelas

Nunca más seré tu cruz a cuestas
39 latigazos no me han enseñado
lo que en tu nido se engendró
entre rosas y espinas.

Nos sumergimos en ríos
cuya corriente nos arrastra 
cuales piedras
nos desmoronamos hasta alcanzar el fondo
el polvo nos encuentra alicaídos
más dicha metamorfosis
no quema la impresión de tu huella.

Sobre 70 grados de diablo verde
invierto cruces para encadenar tu recuerdo,
divago sobre siluetas y sonrisas prestadas
para descubrir entre ruidos blancos
tu nombre que tremola al interior de mi recipiente.

Me embriago al rememorar
nuestras quimeras malcriadas
de cuyos sueños 
aún conservo cenizas.


6 de abril de 2014

Idolos y Abrojos

Idolos y Abrojos

Escribiré un poema que me recuerde
los ídolos perdidos en batalla
los abrojos del camino que me cercenaron los pies
pues ahora los quiero de vuelta, ahora realmente importan.

Escribiré un poema que me traiga de regreso
al nicho de mis más grandes temores
pues en ese lugar de cobijo
engendré idolos falsos a quienes entregar mis rodillas,
ahora las quiero de vuelta, ahora realmente importan.

Escribiré un poema que me devuelva
aquello que la inercia me arrebata en su necio andar
puesto tanto necio me encuentro, cuando terminadas las tareas
siento vacío el corazón.

Escribiré un poema que me surque el rostro,
la arena del reloj parece haber acabado
la tierra avistada es tan solo un espejismo
la marea en las aceras continua pujando,
los cuerpos se retuerncen como peces fuera del mar.

Neoplasia Crepuscular

Si en las últimas decadas la enfermedad de moda era el SIDA, la actual es la depresión.
Por si aún no se han dando cuenta, estamos todos deprimidos.
Quienes nos llevan ventaja en esta materia, son los depresivos endógenos, esos estan en rehabilitación desde antes de ser escupidos a tierra.
El resto no queremos admitirlo. Como marea nos azotamos constantemente contra la orilla, como si fracasar fuese nuestro hobby por antonomasia.
Comprate un LED nuevo, el viejo esta obsoleto por no tener 3D de libre parpadeo.
En nuestros empleos estamos aburridos, y también muy cansados como para hacer algo al respecto. La rutina y los horarios de trabajo han sepultado, aquel joven lleno de intereses e ideales, más tarde reemplazados por alcohol y drogas. Entonces los evocamos, cuando ya estan bien muertos.
Nuestra pareja es preciosa y la queremos, pero estamos aburridos; se ha vuelto predecible.
Sentimos que hay alguién allá afuera que podría ser mejor, cuando en el fondo, a quién debemos cambiar es a nosotros mismos.
Despertamos un día lunes; la alarma nos escupe con fuerza lo miserable de nuestras vidas. Ansiamos la llegada del Viernes, para ahogarnos en un pisco barato, que nos vomite al lunes siguiente.

¿Nos viste?

¿Nos viste?


Yo,
honestamente
antes haberme transformado en esto,
me sentaba debajo de los arboles
en algún concurrido parque municipal,
me masturbaba viendo niñas jovenes trotar en sus apretados cuerpos
al compaz de sus suspiros
eyaculaba al sentir las hojas
tocar el suelo embardurnado de mi morbo.

Yo,
sinceramente
antes de haber tomado esta decisión,
viajaba constantemente en metro
durante las horas de mayor tráfico
encontraba conzuelo en los roces con otros cuerpos
y en ser testigo de algún tipo de abuso
sexual, de preferencia
del experimentar la oportunidad de haber podido hacer algo al respecto
pero haber optado por no intervenir.

yo,
sin miedo de reconocerlo
antes de verme visto envuelto en esto,
atendía llamadas de anonimos quienes sin nadie a quien acudir
solían llorar al otro lado del telefono
por los sueños perdidos en batalla
por las flores marchitas y las semillas ya podridas
por la soledad de ayer, la soledad de hoy y la soledad de mañana
por que sin miedo a decirlo
ellos, nosotros, tú, yo, ella
caminaban y caminabamos
día a día frente a tus ojos
¿Qué hiciste tú al vernos?
ellos, nosotros, tú, yo, ella
¿Nos viste?