"Lo que comenzó como un blog para postear mis avances en la escritura, acaba convirtiéndose en un cuaderno recopilatorio de lo una vez escrito"

19 de julio de 2011

El tiempo no cubre, las paredes no tapan.


En vano el tiempo se desprende
de la pizarra arañada
que diviso al empinar los ojos por sobre el espejo.

Es más bien una cáscara carcomida
en cuyo interior la esperanza una vez
con orgullo enseñaba las entrañas,
abortada antes de dar a luz
escupida en un rincón de la noche afilada
demonio encadenado por los centinelas de nuestra vigilia.

Me empeño en el vacío entonces
me aferro con ahínco a la soledad
antes de ver mis quimeras
morder la mano que les da de comer
romper los grilletes y fugarse
rasgarse el cuero y exponer la carne
inmolada por el ídolo redentor del alba.

En vano el tiempo se esmera
legitimar en cada giro su falacia
que las rondas con él conducen a la absolución
cuando la carne podrida solo puede podrirse aun mas,
¿Por qué no mover las perillas a voluntad propia entonces?
¿Por qué no buscar consuelo en la cicuta o realizar el ritual sagrado del Seppuku?
en lugar del ahogo en la espera:

el tiempo no cubre, las paredes no tapan.

Una sonrisa, un suspiro.


Sin embargo
Ya antes la sonrisa
Severa como el silencio
Había enseñado
Cuan desnuda esta el alma.

Incesante
Como busca el eco a la voz
y el llanto a la melancolía
he perseguido en vano
el sentido que mis ideas
requieren para brillar.

Durante el día
Aguardo la oscuridad para verte
Durante el día
Nos ocultamos en las sombras
Detrás del escenario de lo social
Aguardamos la noche
Que de las mascaras nos liberara.

Si me preguntaras como es la vida

Si me preguntaras como es la vida
Te diría que la vida es como el cielo
Pero no entendiéndole como algo
Que esta por sobre uno
No no no, en ningún caso
ni menos como un paraíso
colmado de inmaculados serafines
o guirnaldas salerosas
canturreando siglos venideros
si no simplemente
porque al mirársele nada es cierto
si no paradójico.

Si me pidieras te definiese como es mi vida
te diría
que la mejor manera de hacerlo
sería definiéndote como no es mi vida
y si aún no satisfecha
me incitaras a compararla con un color
te diría
que es de infinitos tonos
pero tan solo del blanco al negro
del negro
porque aún hay veces en que pienso:
detrás de esa noche persiste todavía una esperanza,
del blanco
porque generalmente
a medida que esa oscuridad se va disipando
descubro que no hay mas nada
excepto el vació
coronando la vida
en ponposo esplendor.

La noche es una lengua ardiente con mil ansias por aplacar”


Quizá andaba cansado
Agotado por la luz
Por los soles quizás
Lo matutino
Lo vespertino
quizá andaba ansioso de la noche
y paradójicamente
ansioso del día
del sol de tus ojos, del sol de tus manos
y de esos labios atiborrados de inquietudes
Que tan solo al besarnos
Parecen mitigarse.

Quizá
andaba ansioso de luna
Y de tomarte oscura
Para en la lejanía y el vacío de la noche
Enamorarme de tu ausencia

Quizá
Tan solo andaba queriendo
Coger esa insignificante pero digna ventura
La ventura del verso
y la poesía
mientras el menguante blanco del día
aguarda el negro astillado
de una noche que empieza recién a abrir la boca
ruborizada desde sus pardas mejillas
y sus ojos color miel.

Precipita tu nostalgia
en la aguijarrada piel
que atrae al llanto
y el llanto al temblor
y el temblor al ahogo
el ahogo que aclama al filo
la esperanza de cortar esos delgados hilos
de los cuales aún tira tu recuerdo
este enroquecido amar
que más que expresase en besos
se expresa en rocas
que nos lanzamos furibundos al vagar/
entre escenas ennegrecidas y empolvadas
por la agonía
en la voz de sus protagonistas
el azufre en los oídos
sazonado por el tremor de la lluvia
y la sal en las miradas húmedas
inyectada por el gris de los días
de un mes;
INELUDIBLE.


Caerás mujer
Caerá tu nombre
Como perdigones caerá
Sobre esa aguijarrada tierra
Que tan solo hoy
Reconozco como mi propio cuerpo

Caerás
Y caerá tu nombre
Como un racimo de flores
arrojado al mar
caerá tu nombre de rosa
Sobre ese océano insípido
Que tan solo hoy
Reconozco como mi propio cuerpo/
Enraizado a tu recuerdo
Cada día más insuperable

Por tan solo eso
te diría eres a veces como Dios
una mujer interminable

El tiempo

Creí que te habías dado cuenta,
Cuando el sol se ocultaba debajo de tus senos
Y la luz del día
se apagaba sobre tus endurecidos pezones…
Que era la noche,
Quien desataba esta sed
Insaciable por beber de tus labios,
El fruto inmaculado del amor.

Creí que te habías dado cuenta,
Cuando me encaramaba sobre tu vientre
Precipitándome como una estrella fugaz sobre tus mejillas...
Que eras tú,
Mi elegida
para encumbrar nuestras semillas más allá del la primavera.

Creí que te habías dado cuenta,
Cuando me adentraba en tus aposentos
Y no solo mi hedor
Se trenzaba con el tuyo
Ni tan solo nuestros jadeos
con el fulgor de los astros…
Que eran nuestras promesas
Besos envenados,
Como abrojos en el camino
Hacia el cielo prometido.

Creí que te habías dado cuenta,
Cuando el silencio se apoderaba
De la oscuridad y la oscuridad de nuestras palabras…
Que no era culpa de nadie,
Simplemente el tiempo;

Había caído un poco antes.

Entre relámpagos

Desde el purpura color de tu sangre
hasta las entrañas resecas de mi desteñida carne,
vertida desde la raíz de tus piernas
la sabia inconcebible de tu etérea esencia,
sisean entre relámpagos
tus besos por las grietas de mi alma.

Con la mirada
empuñada,
cabalgan tus sentidos vigilando mis manos
que descienden beligerantes,
hacia el fondo enloquecido de mi vientre.

Divaga tu imagen sexual delirante
por los contornos,
erotizados,
de mi piel.

Ya no hay corazón


Tu nombre aún zumba en mis oídos
tu recuerdo aún consume mis pensamientos
y aún guía mis desechas manos
que intentan engendrar aún
versos tan dulces
como el sabor que queda de ti aún
en mi resecos labios.

Tendrías que hablarme tú
para que incluso yo me convenciese
que no estoy sordo
Tendrías que besarme tú
para que todo dejase de saberme
agrio y amargo.

Tendrías que permitirle al mundo
esbozar tu figura frente a mis ojos
para que como una rosa
desde el gris de mi retina
se pudriese mi vista en mil colores.

Tendrías que abrazarme tú entonces
para que al tocárseme
dejase de creer me hacen daño
y me re-encantase
con placer producido por el tacto.

Me buscado dentro de tus ojos
y creo haberme visto reflejado
como en un espejo,
mas tu voz ha marchado
de la mano con el silencio
brincando de lágrima en lágrima
consigo se ha llevado
la ternura que a los cuerpos
dota de corazón.

Hoy
solo queda una roca
que junto a otras
en el ancho del mundo
chocan como trompos
y se desmoronan a medida que se tocan
como si todo fuese una gran mentira
como si el lenguaje
no hiciese más que demostrar
nuestra dureza irrompible
y que debajo de algunas pieles;

ya no hay corazón.

¿Nos viste?


Yo,
honestamente
antes haberme transformado en esto,
me sentaba debajo de los arboles
en algún concurrido parque municipal,
me masturbaba viendo niñas jovenes trotar en sus apretados cuerpos
al compaz de sus suspiros
eyaculaba al sentir las hojas
tocar el suelo embardurnado de mi morbo.

Yo,
sinceramente
antes de haber tomado esta decisión,
viajaba constantemente en metro
durante las horas de mayor tráfico
encontraba conzuelo en los roces con otros cuerpos
y en ser testigo de algún tipo de abuso
sexual, de preferencia
del experimentar la oportunidad de haber podido hacer algo al respecto
pero haber optado por no intervenir.

Yo,
sin miedo de reconocerlo
antes de verme visto envuelto en esto,
atendía llamadas de anonimos quienes sin nadie a quien acudir
solían llorar al otro lado del telefono
por los sueños perdidos en batalla
por las flores marchitas y las semillas ya podridas
por la soledad de ayer, la soledad de hoy y la soledad de mañana
por que sin miedo a decirlo
ellos, nosotros, tú, yo, ella
caminaban y caminabamos
día a día frente a tus ojos
¿Qué hiciste tú al vernos?
ellos, nosotros, tú, yo, ella
¿Nos viste?

No hay marea que lleve consigo

No hay marea que lleve consigo
el espanto encallado sobre esta orilla,
enraizado desierto de cal hilvanado a mi ojos.

No hay espejismo que no se haya desplomado
en caída libre por el precipicio de nuestras miradas
abrazado el vacío, estallado en silencio.

No corre el tiempo entre tu nombre y el mío,
los recuerdos dejan ver su espesor en cada bocanada de humo
el presente es una quimera enmarañada
aferrada a la cola de la noche,
que amenaza con quebrar los sellos.

Cuando el polvo se cierne sobre mi lecho
tu reflejo epistolar abre la boca,
tu aliento helado me conduce al intermitente sueño.

Ambar

Vacío,
vacío que alcanza el cielo
y se derrama como un haz de luz sobre tu cuerpo y el mío,
ambos inexistentes.

Un relámpago me atraviesa y escupe truenos sobre mi lecho
Un acido se vierte
y quema el paisaje de quimeras
que evoco al volcarme sobre tu recuerdo.

No hay imagen que persista virgen
el tiempo desfragmenta mis recuerdos en miles pedazos
que se fugan en miles direcciones,
voy buscando el olvido entre las gruesas noches de invierno
y las ardientes cenizas en mis pulmones.

Los ecos acribillan los guardias de mi vigilia
caen como estrellas fugases y se apagan sobre el mar
se depositan en el fondo de mi ser
y se transforman en pequeños trozos de ámbar.

Sedeo

(Todo es un lujo)

Esa niña me tiene loco
es como que me atrae pero
tiene una edad que me asusta y
yo vengo de una familia muy conservadora
yo le tengo miedo a esas cosas,
dicen que te puedes meter en un buen tete
imaginate,
yo soy muy joven para darme ese lujo
aunque por otro lado como dice ella
el amor no tiene edades
pero y si ¿peco de ingenuo?

Yo la veo como una mujer
a mí me produce cosas
pero si, ella es un tanto joven
ahora
ella también dice que es muy reservada
y que hace cosas de grande
bueno donde esta la ética profesional?

Pero ahi esta ella de nuevo
desnuda sobre una puerta
el grueso viento de invierno me empuja sobre ella
la madera caliente la abraza
y es solo un sueño
que se apaga con cada llegada del sol
duerme tranquilo
y quieto aguarda a que la luna se pose en el centro de la noche de invierno.

Obsolescencia

El cigarrillo apagado en mi vientre,
se retuerce como un gusano cuya cola ha sido amputada
efímera es la quimera
que arde en mis labios al pronunciar tu nombre
derramado polvo de estrellas
que al ser elevado por el viento
no encaja en el mosaico
y los jirones de carne
como ácaros en mi lecho
que se pudre.

O es tan solo la noche,
agazapada en las comisuras
O es tan solo la luz de la luna,
arrojada sobre los rincones
desmembrados por las risas arrebatadas
de los días que invertidos
se precipitan sobre las horas
envenenadas por la nicotina
enredada en las callosidades de mi falange
esquelética por las esperas
preñadas por el hambre
y la saliva que se desprende del vacío en mis ojos,
y el espíritu desahuciado:

la obsolescencia.